Tantos pensamientos la invadieron , que por momentos pensò dejarse hundir en la profundidad de la bañera , y así hubiera sido.
Todo por un momento fue un sueño, luego noto aquel joven rescatàndola de aquel vacío en que se encontraba.
-Señorita,Señorita, responda se encuentra bien-
Lo único que logro Andrea divisar al recobrar prontamente el conocimiento fueron los labios carnosos y una tupida barba.
No supo cuanto tiempo paso, hasta que el ruido del agua corriendo la volvió a la realidad, desconoció el espacio, por un momento se translado a la Guardilla en Buenos aires, el sol entrando por la ventana el aroma del café en la cafetera, y ella dormida rodeada de libros.
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