El placer como verdugo,
el cuerpo como castigo,
el beso como asesino,
la lágrima como delito.
El sueño como refugio,
el alma como escudo,
el corazón como despojo,
la muerte como destino.
por Victoria Montes
Era una mañana nublada y con una leve llovizna, como muchas otras de Marzo, el frio congelaba lentamente sus huesos y la neblina no dejaba divisar las calles empinadas de aquellas pendientes calles del Barrio.
Próxima
a cumplir los trece años , su cuerpo escasamente desarrollado (el afloro de los senos y
su muy llamativa forma de
guitarra), se dejaba ver a
través de su indumentaria.
Su atuendo no
ayudaba mucho trastabillando y sin poder manejar los tacones de
quince centímetros , el maquillaje exagerado
y la ropa
provocativa.
Fue poco lo
que puedo hacer para
reaccionar cuando la tomaron por detrás y la
subieron en el
carro tapándole la
boca para ahogar sus gritos.
Por un momento la resistencia
inicial, fue vencida
con el golpe en la
cabeza, al entrarla al
vehículo.
Cuando despertó una
visión casi angelical
, se coloco ante
ella, un hombre rubio de
ojos inmensamente verdes y grandes como
un par de melones.
-Mira que
Sos , una pibita
muy bonita-, no me
decían mentiras , Sòs una
buena hembra y virgen-
suavemente
, entre susurros, le acariciaba .
Primero el cabello negro como azabache,
luego empezó a besarla con mayor intensidad, los movimientos se hicieron
más bruscos y toscos.....
En aquel momento que la sujeto de el cabello y la tumbo contra la pared, mientras sus besos ya no eran apasionados si no mordiscos que lastimaban la tierna carne de María.
En aquel momento que la sujeto de el cabello y la tumbo contra la pared, mientras sus besos ya no eran apasionados si no mordiscos que lastimaban la tierna carne de María.
Ella intentaba enfrentar
la situación, entre gritos
ahogados por la
mano de aquel hombre.
Las situaciones se
confundían en su cabeza entre el dolor, la pasión y algo que
nunca había sentido, ese amor que mata,
que controla superando miedos y tabús.
Como una potranca
al defendió al principio , lo que
quedaba de su ingenuidad,pero èl
la superaba en tamaño y fuerza , en todo, hasta en control
mental.
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