Sofía se asoma a la puerta de la tienda de víveres, cuando ve llegar a Teresita.
-Hola niña, esta la abuela?-
-Abue, es Teresita-
Una mujer de alrededor de unos 60 años, con el cabello canoso y corto, con facciones cortadas por el tiempo, pero con un toque de belleza aun muy conservado que denota la hermosura de lejanas épocas y que el tiempo opaco. Mil atuendos superpuestos, una pañoleta verde atada en el cuello, de andar seguro con elegancia y garbo, detrás de ella un ejercito de perros pulguientos y mal olientes que no se le despegan ni día ni de noche.
Terminar aislada en una casa del centro del pueblo, en condiciones infrahumanas, rodeada de toda clase podredumbre, desechada del mundo entre cartones y periódicos viejos, ocultándose tras la suciedad y el mugre , el olor a sus únicos amigos “los perros”; nunca fue lo que espero esta dama de sociedad como lo era Teresa Donato.
Cuando emprendieron el viaje de regreso con Nuria, luego de su corta estadía por Brasil y Venezuela.
Teresa llego a la casa de unas señoritas de sociedad, dueñas de medio pueblo, un par de ancianas solteronas, que no mediaron en complacer a esta niña en sus más ínfimos caprichos. Ella llego en la plenitud de la juventud, huérfana luego de la perdida de sus padres en la pos-guerra, el padre italiano y la madre judía, que fueron a parar en uno de los tantos campos de concentración; de esta suerte la salvo el ser albergada por un grupo de pensadores franceses y españoles “la sociedad de los poetas muertos”.
Sofía le entrega un pan y algo de chocolate, por orden de Nuria.
-Teresa no deje entrar todos los perros, mira el relujó que dejan- Dice Nuria
-Tranquila Mija, Nurita esa es su nieta?, que guapa esta niña, con esos ojos verdes (de quien los saco mi niña?)
-Nuria la corta tajantemente le entrega algo de dinero y la despide.
Cuando se aleja, Sofía la mira con gran curiosidad , esta mujer tiene una elegancia innata , una reina rodeada de su ejercito de perros .
Curiosamente le pregunta a la abuela, que si son amigas, ella se turba un poco y no le responde. Años después , Nuria le contaría parte de la historia, en sus pertenencia se encontró una vieja fotografía.
Un retrato en blanco y negro de los años treinta, de una mujer altiva , una amazona cabalgando sobre una hermosa yegua blanca como una Paloma. En la parte posterior una inscripción:
Una mala combinación de belleza, orgullo, garbo y el mal sano dinero, hicieron de Teresa “La patrona de la época”, cabalgando en sus caballos de raza fina, engalanada con los mejores atuendos de la época , la pañoleta atada al cuello, los sombreros gigantes, los lentes de sol y aquellas botas españolas. Que dejaban a más de uno boquiabierto y a las señoras del pueblos corroídas de la envidia. Mariana se asomaba al balcón por solo ver aquel espectáculo de mujer, soñando en cuando llegaría a ocupar el lugar de esta amazona.
Los largos periodos de ausencia eran justificados por las tías de "La niña" con el hecho que se encontraba en la capital estudiando periodismo en una universidad de renombre, su presencia que nunca pasaba desapercibida , era más notoria aun con los grandes festines y escándalos que siempre la rodearon. En las afueras del pueblo construyo una cabaña en una de sus haciendas, con el objetivo único de guardar algo su intimidad de las habladurías del pueblo.
Los bailes y eventos que organizaban daban vida a este pueblo aun naciente, al cual asistía la clase social alta, los gamonales e hijos de recientes ricos , no así los más cultos. Se iniciaba aunque no era muy conocido el consumo de sustancias psicoactivas ( marihuana etc.); ella ya las había consumido en Europa donde fumar era parte de la educación y beber, encontrando en este pueblo subdesarrollado la fabrica de oro la cuna de la producción de la mejor , con la más alta calidad y bajo costo.
Intentaron más de una vez llevarla a rehabilitación, y nunca lo permitió, para ella este comportamiento era completamente normal y corriente en países “cultos” como del que ella procedía , no acorde a una sociedad mojigata que en ultimas no le importaba.
Los licores caros y los mil hombres (oportunistas) la mayoría, que no desaprovechaban ocasiòn para hacer parte del grupo selecto de pretendientes, en busca de un buen rato ò en el mejor de los casos una buena noche.
En este entonces hizo su aparición Francisco, un joven apuesto de buena familia Argentina, con un cargo diplomático que sostenía un matrimonio por conveniencia , se conocieron asistiendo a las clases de Periodismo a las que asistía Teresa "La Donato de aquellas épocas", soberbia , orgullosa y altiva.
No puedo evitar desearla desde el primer momento, su desatino y coquetería sin limites e inata. El desenfreno incontrolable de la pasión los involucro en una historia de amor y desamor, que despertó los peores instintos de las dos partes llevando a los límites de la locura a Teresa y a la muerte a Francisco.
Desde el primer encuentro no pudieron contenerse, afloraban los sentimientos y las pasiones con tal intensidad que no eran dueños de sus cuerpos y con el tiempo ni de sus almas, se despertó en ellos la fiera dormida que todos tenemos dentro “el animal” ( que consume y acaba).
El deseo apasionado termino con el tiempo devoràndolos. Un pequeño estímulo por insignificante que fuera ,una palabra ò un beso , èl más suave roce o caricia, los condicionaba a no dejarse nunca.
No sè midió así consecuencias o repercusiones , dejándose llevar cada día en este vuelo sin retorno sin tocar suelo, una permanencia constante en las nubes.
Se dejaron consumir por el encanto que da lo prohibido y lo escondido.
Amaron hasta morir, con tal fuerza y devoción que no era posible la quimera idea de vivir el uno sin el otro.
Al principio las salidas e incursiones eran ocasionales, pero como buena droga que es “el amor”, siempre se quiere más, no se conforma con algo si no con todo. No hay parciales ni momentos, es un todo o un nada, la sed constante desea beber hasta última gota del mismo…Un sediento en el desierto.
El precio de lo clandestino (“Definitivamente el amor es una mierda , el que se enamora pierde”), y este par de locos enamorados lo hicieron sin medir consecuencias, dejándose llevar por los momentos de pasión y libertad uno al lado del otro, cuando se dieron cuenta era demasiado tarde, estaban completamente involucrados en una relación que le constaría la vida a èl y la cordura a Ella.
Poco después de salidas sin desenfreno, ella quedo embarazada, el nacimiento de esta vida, significo la muerte del idilio . Un completo problema para Francisco que ponía en Jacke su vida social, económica y familiar. Así que hizo lo que todo buen hombre de su nivel social haría , haciendo uso de su sano juicioso y su fama de caballero en una sociedad conservadora y machista , dejar tirada a Teresita con su problema, abandonándola a su suerte.
Ella se debatía entre el amor de su amado y la presión social, pero una cosa es el amor y otro mucho más fuerte el que crece en su vientre y si de elegir se trataba como se lo dio entender este caballero, la decisión ya estaba tomada.
Teresa lo deseo desde el primer momento en que lo sintió en su vientre, anhelo darle el hogar y la familia que ella no tuvo, tanto así que dejo sus vicios de juventud,(el cigarrillo y los cachitos que probaba de vez en cuando), empezó una nueva etapa un su vida con un aliciente superior a ella, cambio sus rutinas y empezó a comer un poco mejor, se cuidaba, algo renacía en ella.
De las prácticas y conductas aberrantes de Francisco no se salvo Teresita, era una suma de maltratos desde el sexual , pasando por el psicológico y demás. Ella con una tendencia de un comportamiento masoquista orientado por el amor y el deseo mal enfocados, se dejaba llevar. Cuando supo del descuido que había tenido, él la agredió de tal forma que en términos generales fue una tortura, arrojándola al piso y propinando un sin número de golpes y patadas repetidas, intentando hacerla abortar sin éxito... Aquel ser estaba tan aferrado a ella y a la vida que no lo logró.
La fama de Teresita fue alcanzando límites inalcanzables, por la cama de ella pasaron los gamonales del pueblo y los que no pasaban lo inventaban ,no solo en sus mejores épocas, incluso poco después cuando vieron que las arcas de la fortuna se acababan y que ella no se encontraba en sus cabales.
Como aves de rapiña, usurpaban y se aprovechaban del estado de vulnerabilidad de esta joven con alma de niña, quien con el licor y su vida desaforada, dio por terminado en diez años la herencia dejada por sus padres. Posterior a la muerte de sus tías, se encontro desamparada sin hogar y vagando por las calles del pueblo. No quiso nunca volver al inquilinato de la calle de Lourdes donde perdió sus mejores años de juventud, pero igual terminò en la soledad de un Geriátrico ( hogar de la tercera edad) del pueblo, rodeada de sus recuerdos.
CARTAS SIN REMITE (CAPITULO III)
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