domingo, 1 de junio de 2014

AMOR CLANDESTINO..EL AMANTE


“Tenías la misma lógica de la heroína, me produjiste el mismo efecto porque te vi y me dieron ganas de inyectar tu nombre en mis venas.”
— Opio en las nubes, Rafael Chaparro




Màs  prohibido  no podìa  ser  el  amor  de  ellos,  sin embargo en  esto  radicaba  el  encanto, en lo escondido y prohibido, siendo una invitación  para  violar las  reglas.   Esto  la  sacaba  de  su  muerte en  vida, de  aquel  hueco  en que  se  había  convertido  aquel infinito  vacío  de  su infierno.   Su conciencia  le impedia   por  todos los medios  amarlo, no  había  lògica  en  este  amor  <pero  quien  dijo que  el amor  tiene lògica>.  Como  controlar  sus  sueños  y  aquellas   sensaciones  únicas que  el  despertaba con su  sola  presencia.



Eran  polos opuestos  y a  la  vez sinèrgicos,  que  se  atraían  con la  fuerza  de un Iman
 en cualquier momento  podían  crear un  corto  circuito  y  hacer explosión ... En eso radicaba  el  peligro  y la  emoción  extrema, en  pasar  aquella  barrera ese  pequeño  hilo que  une la  vida  y la muerte.

Los encuentros  casuales   empezaron  a ser más  cotidianos, las  llamadas  constantes y ardientes,  ella   llegaba  ataviada  con  un abrigo y  gafas oscuras.  Debajo  del  abrigo  en  algunas  ocasiones  solo  lencería o  dependiendo de la  premura ni eso.

Una  llamada, un mensaje  cifrado  o no...  Bastaba  para que  todos los  sentidos  se  alteraran, evocando  sensaciones   condicionadas  o no.  Los encuentros  disimulados  del  principio  cada  vez  eran más  a la luz, casi  violando el  código del  secreto,  del  silencio.  Como  evitar  aprovechar un lavado desocupado o aquel travieso  zapato  de Andrea con provocadores movimientos bajo  la mesa, cada  espacio  era propicio y  adaptable para iniciar la  faena, desde  unas escaleras un ascensor desocupado.  Todo era  un espacio propicio aun  aquel  restaurant  lujoso  de los  Camps Elyseus   en  Parìs.   Una   e antesala  constante  que no  paraba, una  sed constante  que no saciaban. 
No  eran perfectos,  pero   en la  cama  se  fusionaban.  Ninguno de los  dos  era  un  santo  pero  gracias   a lo mismo  sus  cuerpos  despertaron  a  tal  punto  sus  sentidos, que extasiarlos no eran una  labor  sencilla y en manos de estos  dos expertos era  algo elemental, el  erotismo  llegaba  a la  relación  sin  ni siquiera   establecerlo.
Recordarla  para  Joan, era   ver  aquellos  labios   carnosos sedientos y su cuerpo adquiria  vida  propia  haciendo  pasar  incomodas situaciones. Evocar aquellos  labios  carnosos  provocadores  y  como  los  mordia   cuando  su  excitación  llegaba  a  su punto  cumbre.  Por  su parte  ella, simplemente   volaba  cada   vez  que  sus  cuerpos   bailaban  la  tonada ùnica  de  la pasiòn.




Jugaban de  tal  forma  con el  erotismo de  sus  sentidos que  identificaban  un olor, un roce , un sonido, un sabor...La canela o a miel , todo  era estímulo  para  iniciar  la  faena.  No  podia  faltar una  tonada  que exaltara  sus  sentidos,  o unas  simples  lineas no  elaboradas o un romántico poema...Que escribían en su piel





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