lunes, 28 de abril de 2014

LA PECADORA ..CAPITULO II EL COLOR DEL ÀNGEL ( MADUIXES I XOCOLAT)


CAPITULO -II….DE ANGELES




Nosotros mismo  los  que  lloramos  el  rasguño recibido. Cuántas  veces  hemos  herido  sin piedad  y  hasta  sin  saber que  hemos  causado tan hondo  daño.
Anónimo


 La contemplo  , su mirada  se perdió   en  este sueño  hecho realidad…

Por una  vez en su vida, veía la leona dormida, la encontraba  débil aún , quizás  lastimada y  herida no aún  vencida. El pesar se mezclaba con rabia, despertando  su más  sano  instinto de protección.
Era su amiga del alma a la cual le debía  la  lealtad  cualidad  que  le  profesaba  a  su única compañera incondicional (Pitita), una  perrita  pastora que  lo acompañaba desde  cachorra.
 Era un buen hombre, al cual la  vida  lo  golpeaba constantemente con fuerza y sin contemplación, un ateo  total  ante la naturaleza humana no así  a  los vínculos superiores que rigen la existencia.  Lo podríamos definir como  un  ser humano honesto, con un  significado claro su palabra como contrato.  De aquellos  pocos que  aun creen y defienden  ideales, fomentando los valores; nada sano   en  un mundo de  coyotes.












Tras una la maleta  roja, su  indefensa  figura  se  asomaba  tímidamente  con una palidez que  cautivaba, con los labios  agrietados y unas profundas ojeras; señales todas ellas de la amarga experiencia.  Los estragos  de aquellos  días de frío, insomnio y hambre.
Luego  de  bajar  del tren, buscó rápidamente una  silla en la estación del metro para dejarse caer .   Ocultó su cara del  frió  con el  abrigo  y  una bufanda vaporosa que  cubría  su  cuello, colocó sus  guantes y  un  gorro de invierno, y  espero pacientemente el lento pasar de los minutos….
  Repaso  uno  a uno  sus  bolsillos,  y  encontró  un  dólar  canadiense ,por un momento la  felicidad la invadió. Quizás el cambio  seria  suficiente para comunicarse o al menos un pequeño adelanto útil en el  sustento de aquellos  días.

Miró a través del  ventanal, pronto  cerrarían la  estación del subterráneo  su única  protección del frio, afuera  la  neblina y una llovizna leve anunciaban la  llegada del  invierno europeo.
La nostalgia la invadió por un momento, cierta  sensación  ajena , nueva, una mezcla de tristeza y desasosiego la confundían  creando un nudo en su garganta, que la atoraban asfixiándola ..Unas tremendas e incontrolables ganas de llorar.
Su compañera  fiel  en aquel  momento le  incomodo “ la  soledad”,  sumiéndola  en los  pensamientos mientras  caía  la noche...
-¿Como   sobrevivir  estos  días?-.  Cuanto  añoro  en  aquellos momentos   un  buen  mate y  un pucho ( un  cigarrillo) ,<que  bien  caerían en estos  momentos>, se manejaría  muy bien el  estrés y  el apetito creciente  que  se  incrementa,  como  suele sucede ante  la sensación hambre  que  se despertaba  luego  de  dos  días  de la  tremenda  carga  adrenérgica  del momento.

 Los   minutos  transcurrían, con  pasmosa  lentitud  , “La parsimonia  del  tiempo ante la angustia” .  Eran las  seis  de  la  tarde, empezaba  a  caer la noche.
Como encontrarse  allí luego de se  propiamente arrojada  propiamente  del tren, gracias  a  Dios que estaba en marcha, si no en su  situación de  polizona  todo cambiaria.  Tan  lejos  de  su  tierra como nunca imagino, en un país  extraño,  tratando de  entender  ni por  poco  el  idioma, y tratando de  que  su Inglés   diera   lo suficiente  para  hacerse  entender.   Fueron un día  en  el  Charles-  de   París, luego  del  robo de los papeles, su primera noche  en un aeropuerto  sin una pela  para  poder  entrar  al  lavado  siquiera, y  de compañeros de  travesía  los  indigentes  que   entraban, así que  sabiamente  se  camuflo entre  dos  extranjeros  altos y  fornidos, a la  vista pero   protegida,  puso  su cabeza  sobre la maleta y durmió quizás una o dos  horas.


-Smoking-

Una  voz  brusca   con sensual   y varonil acento, empezó   hablarle  en   Inglés luego  cambìo al  francés y finalmente  al  español  esperando la respuesta.
Ella  elevo ligeramente la mirada,  ante  sus ojos un  hombre  cuya  figura  en la oscuridad no pudo visualizar , optando  por ignorarlo.
El no estaba  dispuesto a  ser ignorado así  que permaneció unos minutos  rondando , luego se acercó y le  ofreció  un cigarrillo.
En otras  circunstancias  jamás hubiera  recibido, en parte  porque no  fumaba y por  otro  lado el  riesgo  que  representaba  recibir  algo de  un extraño.

-Andrea  puso el  cigarrillo en  sus manos sujetándolo  entre los  dedos, el  temblor  casi no dejaba  que  hiciera  esta sencilla  acción.
Ante lo que  él  sirvió de  apoyo sujetando sus manos entre la  suya, este pequeño roce  hizo que ella se percatara  de lo suaves, tibias y seguras  que eran.  Luego de  encender  el cigarrillo de  ella encendió el suyo, permaneciendo en silencio a su lado  hasta que los dos terminaron de  fumar. 
Luego se  retiro, ella  sintió  cierto  alivio  y  a la  vez una  extraña  curiosidad la invadió, el  saber que  sucedía  con aquel  personaje.
A los  pocos minutos, apareció nuevamente esta  vez con   una  taza  de  café  en sus manos acercándola  suavemente Andrea, el  aroma  del mismo  reactivo sus  sentidos  antes  de tomar el primer  sorbo  se deleito con  el aroma de  su tierra  ..El malantial en medio de  este  desierto.
Al principió  dudo  ante lo cual  el  insistió, acercándolo nuevamente y tomando  sus  manos  para  que lo sujetara.
-My name  is  Samir
Fue  así como  inicio la  conversación, en medio  de  todo lo que  había   sufrido aquellos  dos  días, el  fue  el  cántaro  que  la  saco del  desasosiego.
La luz  de  los  parales se encendió, y  fue así como  pudo detallarlo, era  hombre  de mediana edad de  unos  25  años con una estatura promedio, bien  formado  como  los  de su raza,  algo  lo hacia  especialmente  atractivo, el contraste de aquellos  ojos negros con mirada profunda y esa sonrisa que  iluminaba  cual angelical  blancura.

Andrea no  se podría considerar  racista, aunque en el  fondo  el  color  de la  piel o la  diferencia  racial  se marca desde la niñez igual  como decían en  su entorno “Somos iguales , con una salvedad  no te  casarías con una persona de color”, como si todos no tuviéramos color blanco, negro, rojo etc...  Su gusto  fue  orientado socialmente por el hombre  europeo.

Este hombre era especialmente  atractivo, el contrante  de su piel con la  blancura de su sonrisa. No recibía un no como respuesta, pacientemente  se  sentó  y  con  la  parsimonia de  quien no esta  sujeto a tiempo y espacios  se  convirtió en su mayor  interlocutor. La escucho,   todas  y cada una  de  sus  desavenires y aventuras,  desde la huida  a  Hassan  hasta el robo de los  papeles y otras penurias   más que  le  relato que le  relato.
El por  su parte  estructuro una historia  que  era un administrador que  vivía  cerca, luego  de  estar  alejado de  su tierra  Senegal.
Pero prontamente  ella noto  que  esto  no era  realidad, y  le  dejo claro que no contaba   con un céntimo  para pagar  servicios, si esas eran sus intenciones.
Así  fue  como  Samir  prontamente  le  busco un sito por  todo  Montpellier , no podía  dormir  allí, pronto pasaría   la  civil y la  desalojarían de allí, eran  días  de algunas  fiestas patronales , el  se perdía por momentos  y cuando  regresaba  siempre  llegaba con una  sorpresa.

La primera  vez regreso con un  bocadillo de jamón y  una  birra,Andrea  al verlo   no  dejó de sentirse apenada pero  eran  tres  días  en los que  solo el  agua que logro tomar  de una  de las maquinas  dispensadoras, la  salvaron de la  deshidratación.
Siempre  llegaba  con una  sonrisa , aunque las noticias no fueran  buenas,  finalmente  en su  ultima  arremetida logro  conseguir una posada  afueras  del pueblo, tomando un taxi la  llevo.

Ante la  sorpresa de  ella, la  dejo  acomodada y se marcho, no sin antes  dejar  paga la  pensión.
Apenas  pudo  ella, se  metió  en la  ducha, luego de tres  días  que  aroma  podía  tener,  y  allí duro por largo  rato, queriendo  hundirse  en  el  agua y  jamás  salir.

Luego  simplemente   durmió.
En sus   sueños  esta  vez  apareció  un  Ángel, cuya  blancura  de su  ropa  contrastaba  con  la  oscuridad  de su piel.

Sus manos  eran   blancas, y  la invitaba  a  tomarlas, ella  tenia miedo   por  su apariencia, le  entrego  una  rosa   roja,   y luego lo   vio partir.

Los  golpes  de la  puerta la despertaron  estaba de  día , no sabia  cuantos  días  o horas  habían pasado, solo  supo que  allí estaba  él.
Con  una  bandeja un  café  y  una torta  de  chocolate  con  fresas (Maduixas  y xocolat).  Nerviosamente se  despejo y el con una  sonrisa le  dijo que habían  pasado  casi dos  días , que no  había querido despertarla, pero que  ya era momento  para  empezar…

















Sumergida  en  el silencio, ensimismada,  sus ojos  delataban  aquello que  tanto ella quería ocultar…. Su  tristeza.
Más evidente  aún estando en el piso. Peter la  abrazo , fue uno de  aquellos abrazos que unen los pedazos, ella  ocultaba su rostro en su hombro, presa  de toda la  vergüenza. Protegida  se dejo arrullar en sus brazos, aquel nudo  en la  garganta  se  desato, dejando  correr   el  Río de  lágrimas  sin  cause  que tenía  en  su interior….Lloro, como pocos veces  lo había hecho en su  vida.
Aquel  día a Peter, le costó dejar a su amiga….  Su corazón latía  a diez mil por minuto, de solo imaginar  que  aquella  tarde  la  encontraría  allí en su piso. La incertidumbre lo  aterraba, el  solo  hecho  de pensar que  al  volver  ella  no estuviera  y  todo aquello fuera , solo un deja vù .
























Aquella imagen tatuada  en su pensamiento  , no dejándolo concentrar, su mente se invadía de visones casi fantásticas…  Aquellos labios  carnosos y pálidos, se le  interponían  como una visión maldita o bendita. Una provocación constante.
Iniciaba  la  tarde, cuando  recibió la  llamada  de  Manel  aumentando  aun más  su dilema .
-Si señor, lo haré.  Está bien, pierda  cuidado-.  


Andrea se  sentó en  el  balcón  tratando de  colocar  sus ideas  en  claro, el ruido  del  mar calmaba su agitado  corazón,  transportándola en el tiempo y sumiéndola  en  los recuerdos.
Por  momentos las  escena de ella sometida en el piso,  él  encima propinándole  toda  clase de agravios e insultos,  lavándose  así  toda la rabia del mundo  contra  ella.  Era una persona que  desconocía.

Ella  inerte… Cubierta  de  una indiferencia y apatía, desdoblada en  otro mundo, ajena a ella.







Seré el único ángel que necesites
dejarás esta vida siendo más hermosa
que cuando entraste en ella...









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