martes, 29 de abril de 2014

LA CABRONA


“Lección creo que  he comido suficiente m… en esta vida, como para no abonar el terreno para algo  bueno.

En aquella  esquina  pudo  divisar  el Fiat  que   rápidamente  reconoció.  Detrás  del   volante,  noto  aquellos  ojos   verdes  de esmeralda  al  retirar los  lentes de  sol, lo  encontró  especialmente   guapo.


Aquel  día , Andrea  despertó completamente perdida; se encontraba  allí  con muchas  lesiones no evidentes para los  demás, no así  para  Peter, a quien le  basto  más  que una leve mirada para imaginar lo mal  que la  había pasado.    Luego de  algunos minutos, en los cuales  disimulo  el  temblor  que era más que  evidente.   Se  quito los lentes oscuros, dejando  al  descubierto  los sus ojos irritados e inflamados y aquella mirada perdida que  hablaba más  que mil palabras.  



Presa  de la  paranoia y el  miedo, miraba repetitivamente   por los  cristales  del  coche  y los espejos retrovisores , en busca de  aquellos  fantasmas que la  atormentaban.

- ¿Donde quedaba aquella  mujer  fría y calculadora como  el  hielo?-Se pregunto Peter…….



No era ni el  vestigio  de  la  que encontró aquel  día. De  aquella  atractiva joven, orgullosa y altiva , poco era lo que  quedaba, consumida por  la ansiedad .

<No  Podía   dejarla   ver así de  Manel, seria una  masacre , la  declaración de  guerra  y con ello  plan se caería  al piso> , un  gran  dilema.
Se subió  rápidamente luego  de un  breve  saludo,  el  paro  luego  en  una  estación de  gasolina.

Andrea  dejaba  de  mirar por los  retrovisores, y algo nerviosa:
El  lo noto.
-No  te preocupes princesa- No  nos  vienen  siguiendo. 
-Estas  a mi lado ¡No lo olvides¡,   Yo me encargo.



En un gesto seguro  y  con  una  sonrisa  en sus labios, dirigió  su mano  acariciar  su  más  valiosa  pertenencia  “La cabrona”  .  Un  revolver   calibre  22  con cacha  de plata, discreta  pero  valiosa.
Algo en  el  le  hacia  despertar  toda la  seguridad y  confianza, que tanto  le  hacia  falta  en  estos momentos.   Estaba segura con el, esto  era  claro. Si había en  el  mundo  alguien  capaz de morir  por  ella, era  él.






Cuando  el vehículo paro.  Un sabor  a miel  inundo los  labios  de Andrea, sacándola  de  sus  oscuros pensamientos, sumiéndola  en  el más   encantador  deseo que se puede  tener.
Saboreo  la miel  , luego de tantos  días  de  amargas  y confusas  experiencias, un  beso  apasionado, cálido  y  tierno  a  la  vez.  Su piel  se  erizo y no pudo  contener  el  temblor, ni aquella  sensación de  humedad  que  se  filtro  en  su  interior.
Un  preámbulo un  inicio…  De  lo que seria  aquella noche.




Pararon  en  un  Bar  de  Salou, cerca  al  mar,  la  mezcla   de  un  buen  Vermut.  De  entrada un  Setas y  aquellos  inigualables  sabores de mar ( incitaban  uno  a uno  sus  sentidos),  aquella  sonrisa , más de una   vez  sus  ojos  se  encontraron  y  notaron  que  se   encontraban en otro  plano.


-Déjame  pedir  algo- con una  risa picaresca   , le  sugirió  a    Andrea  que  cerrara los  ojos,  mientras  el   iniciaba  a dar con  bocados  uno a uno  los platillos  de  aquella noche, y  que  terminaron  finalmente.. En el  mejor.
 Por un momento  todos  los  sentidos se  activaron , el  gusto  con  aquel  sabor  dulce  y algo  acido, y  aquel inconfundible  aroma  dulzón  igual  a su  sabor….No podía  ser otro  el sabor y el  olor  inconfundible  de   las Maduixes i  Xocolata, y para   el coctel  erótico no podía   faltar  un  buen Café.  
Así inicio  aquella  noche, alimentada  de  deseos, anhelos  dormidos,  sin miedo  ni  cohibición de  ningún  tipo.





Fueron  eternos los  segundos, que  les  costo  llegar  al piso,  ya  en  el  coche  en el ascensor, los  besos  se  tornaban  más   apasionados  se prolongaban.

Nerviosamente   él no podía  colocar las  llaves  en  el cerrojo para  poder   abrir,   y  entre  más  apremio  se le  colocaban trabas,  la   vecina  del  lado  paso con la  perra  French  y sorprendió a la  flamante pareja ..Entre  los ladridos  insistentes  de la  perrita  ante  el olor  de  la  Adrenalina  pura.
La   situación  algo  bochornosa, se torno jocosa, mientras  respondía la conversación,  no  soltaba  su presa, la mano en  el  terrier  de  la  señorita ( las manos  en la  masa).
















Un  una  invitación  a iniciar  aquella noche,  varias  veces noto  como  sus  rodillas  se  frotaban queriendo contener el   gran deseo de  sus cuerpos.





Antes de  detener  el coche, noto   la  gran  angustia  y  el  miedo  reflejo  en  ella , cierto pesar invadió a  Peter, quien  sujeto la mano con  fuerza y seguridad.  Se  bajo y le  abrió la  puerta  del  coche , en frente  de la  acera  le entrego  la pequeña maleta.


Ella lo miro, deseando que no  se  fuera  , estaba  al  frente  de  la  cueva  del lobo teniendo la  seguridad  que de  allí no saldría  invicta.  En aquel momento  èl toma  su cara entre las manos  y la beso  en la  frente, como  quien se  despide  de una hija, ni  una palabra  surgió  entre los dos  quizás  por el temor  que  de  lugar de las mismas  surgieran  lagrimas  o la  voz  entre  cortada  tan  incomoda.
En  aquel  momento, los  ojos  de  los  fisgones   rápidamente  se  detuvieron en la escena.




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