Sexus
Henry Miller
Y Aquel Àngel que su fue su iniciaciòn en este eròtico infierno..
-¿Tus pecados hija?-
Hincada frente del confeccionario , sus
pensamientos volaron en tiempo y espacio solo
algunos meses antes en aquel mismo lugar,
al otro lado del Telón negro.
Y
Aquel Ángel que su fue su iniciación en
este erótico infierno..
Su olor llego como una
bofetada, la mezcla de sudor y fluidos
corporales, mezclados con la Vainilla y la canela
de su cuerpo, y el tabaco o el olor dulzón que
en algunas ocasiones emanaba de su
aliento...Ese era el sabor de sus besos dulzones,
amargos , el olor de su saliva, el
recuerdo de su boca...Aquellos Besos sabor a
Tabaco y Canela.
Su miembro Eréctil, aquella barba
incipiente que la rozaba en la nuca , cada vez
que su cuerpo se acercaba a besarla con desosiego
exprimiendo de ella con cada beso las
Mariposas muertas de viejos amores.
Sus movimientos seguros, aquel cuerpo fuerte,
con un toque brillante de la lavanda y de las
gotas de aceite de almendras que siempre
aplicaba.
Sus manos seguras, los dedos largos, el calor
trigueño que tomaba su piel con el
sol del trópico, y aquellas pequeñas pecas
que lo decoraban...Un Ángel Negro, una posesión divina.
-¿Pecado,
mandato divino quizás?- En su corazón y su mente
una lucha interior entre Ángeles y demonios se libraba
sin cuartel.
La
insulsa barba de tres días que
se asomaba tímidamente, mientras el
sudor frio corría por su camisa y empapándola ,
aquel pequeño espacio improvisado que permitía
el desfogue de las más bajas pasiones ,
acorde al momento , carecía de una buena
ventilación. Era un sauna en aquellas
épocas de humedad de aquel cálido
país.
Oprimía
hacia el aquel trasero en forma de melón
, para ser exprimido.....
Rozando su cara ocasionándole una
leve rasquiña en la espalda, y el
cuello.
que dejaba escapar una risa picarona, opacada por la mano que
ocluía su boca.
El
silencio inviolable de aquellas paredes, tapo su boca para no silenciando uno que
otro quejido ahogado de deseo..
Sobre
sus piernas rápidamente broto, el pene
erecto tras el fundillo a
medio bajar, mientras corría la
tanga aun lado de los labios,
y buscaba ansiosamente el deseado
orificio…Tanteando a ciegas, sus
dedos palpaban
el liquido viscoso de su interior,
que anunciaba su presencia.
La palpo
lentamente e introdujo el dedo , palpando
la rugosidad de sus paredes ,
mientras esta se contraía tratando de sacar el viscoso
liquido que erróneamente no se encontraba en el.
Este
mismo dedo lo saboreo y lo introdujo en
su boca, deleitándose con este manjar
de Dioses.
Luego rápidamente la verga reclamo su
espacio, la introdujo toda una y
otra vez, mientras su vagina
tomaba posesión del órgano y
se resistía a que saliera
de sí.
Un
volcán se acumulaba en los dos,
pidiendo espacio para emanar en
uno solo…
-¿Padre
Acantaro?- Una voz juvenil al
otro lado de la tela alarmo a la pareja.
En
la plena acción y con
la verga cumpliendo su labor.
Oprimia hacia el aquel trasero en forma de melòn , para ser exprimido.....
Rozando su cara ocasionándole una
leve rasquiña en la espalda, y el
cuello. que dejaba escapar una risa picarona, opacada por la mano que
ocluía su boca.
El silencio inviolable de
aquellas paredes, se
profanaba por uno que
otro quejido ahogado de deseo..
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